Fundacion RenaSer

miércoles, 27 de abril de 2016

La vida, como si fuera un río, va dejando sedimentos, a veces hondos vacíos, abismos insondables. Es el caso de esa niña o niño alegre, que se fía, y que un día queda marcado a fuego en su memoria porque sufre el abuso del adulto o de otro u otros menores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario