Fundacion RenaSer

lunes, 25 de abril de 2016

Las pruebas empíricas indican que el abuso sexual infantil (ASI) constituye un importante factor de riesgo para el desarrollo de trastornos psicopatológicos durante la etapa adulta. Entre los efectos a largo plazo se encuentran la baja autoestima, la ansiedad, la depresión, las ideas e intentos de suicidio, el trastorno de estrés postraumático, los problemas en las relaciones interpersonales, la vulnerabilidad a una nueva victimización, los trastornos alimentarios, los trastornos en el funcionamiento sexual, el consumo de drogas y/o alcohol y los trastornos físicos
(p. ej., Cortés y Cantón, 2003; Cortés y Cantón, 2009; Hornor, 2010; Maniglio, 2009).

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