Esta semana propondremos algunas actividades que podrán hacer las personas adultas que sufrieron abuso sexual en la infancia, con la finalidad de ir atenuando los síntomas y el dolor que continúan sintiendo como consecuencia de lo que vivieron. Esperamos sean de utilidad.
Con frecuencia es necesario que la persona que ha sufrido abusos sexuales o maltrato pueda elaborar la relación con la persona que se los infligió, especialmente cuando el victimario es un familiar cercano o con quien incluso se sigue manteniendo el contacto o aun la convivencia.
El trabajo con estas actividades será justamente en este sentido.
Si el abusador falleció o está ausente, la confrontación real puede suplirse mediante una confrontación simbólica («Cartas curativas»). A menudo, la persona que ha sufrido abusos necesita también arreglar cuentas con quienes no supieron protegerla en su momento, no le creyeron cuando denunció los abusos o incluso actuaron como cómplices.
ACTIVIDAD 1.
Sugerimos a la persona, ahora adulta, que escriba una carta apoyando y reconfortando a la niña o niño (ella misma o élmismo) que sufrió el abuso. La carta debe incluir aquellos mensajes que la persona cree que le hubiesen sido útiles en el momento del abuso.
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